Una visitante se detiene ante dos cuadros de la serie «Pussy Icons» de la artista contemporánea Lusine Djanyan durante la exposición «Art Riot: Post-Soviet Soviet» y «Inside Pussy Riot» en la Saatchi Gallery en el centro de Londres. (Foto: Tolga Akmen)
El escultor Darren Jackson da los toques finales a una escultura de hielo de un unicornio, que forma parte de una próxima exposición, «La aventura de hielo: Un viaje a través de la Escocia congelada» en Edimburgo, Escocia, el 14 de noviembre de 2017. (Foto:Andy Buchanan)
La escultura «Chair» de Allen Jones (£ 600,000-800,000) a subasta en la casa Christie’s de Londres con un precio de salida de entre £600,000 a £800,000. Es parte de las piezas expuestas durante la semana del Frieze Art del 3 de octubre al 7 de octubre. (Foto: Nils Jorgensen) Pareciera haber una cierta obsesión británica en objetualizar a la mujer como mueble, cultivada también por otros artistas como Alva Bernardine con su serie Forniphilia (mobiliario humano) :
o el milk barde la película de Stanley Kubrick A Clockwork Orange
Esta afición se extiende por otras regiones del mundo como Rusia, donde la directora de la revista Garage, Dasha Zhukova, no dudó en posar sobre una modelo de color, «creación» de la escultora noruega Bjarne Melgaard:
Tampoco faltan imitadores como el norteamericano Rick Owens, que un arranque de originalidad creativa ha «diseñado» su propia silla humana.