La terrorífica Isla de las Muñecas de Xochimilco.
La más conocida de de las chinampas (pequeñas islas artificiales en los canales de Xochimilco, en México) pertenecía a un hombre llamado Julián Santana Barrera, vecino del barrio de La Asunción. Santana Barrera era un solitario, que rara vez era visto por Xochimilco. Se hizo famoso por recoger viejos cuerpos rotos de muñecas de los canales y basureros, y luego colgarlos de las ramas y atarlos a los troncos de los árboles. Con ello, decía, alejaba los malos espíritus y apaciguaba al fantasma de una niña muerta que había encontrado en uno de los canales unos pocos años antes. Afirmaba que él creía que las muñecas de alguna manera seguían «vivas», pero «olvidadas» por sus dueños en otros lugares. Su chinampa fue descubierta en la década de 1990, cuando el área estaba siendo limpiada de los excesivos lirios de agua. Antes de esto, se pensó que no nadie vivía en esta chinampa, pero Santana Barrera estaba allí, habitando una choza sin servicios y en general no recibiendo a otros visitantes que no fueran de la familia. La exhibición de muñecos y piezas atrajo la atención de la prensa. Finalmente, dijo que las muñecas estaban allí para alejar los malos espíritus y para ayudar con las cosechas en sus jardines. Su favorita se llamaba La Moneca y él se movía con frecuencia alrededor de ellas, entre las ramas de los árboles. Don Julián comenzó a recibir a más visitantes a ver las muñecas, entre ellos hasta figuras políticas locales. Santana Barrera murió en el 2001. Circulaban muchas ideas sobre cómo falleció, algunos dicen que se ahogó en el canal porque se había vuelto loco, otros dicen que las muñecas cobraron vida y lo asesinaron. Pero de hecho, terminó muriendo de viejo. Las muñecas, sin embargo, todavía están en la isla, accesible en barco.