Cómo fotografiar tus obras de arte para enviarlas a VISION.

 
El primer paso, por supuesto, es crear arte.
Para fotografiar una obra de arte, la mejor manera es colgarla o apoyarla en una pared. Si trabajamos con lienzo esto es muy fácil, pero si la obra está hecha sobre papel o cartón, vamos a tener que sostenerla con algo que permita que la colguemos o apoyemos verticalmente.
Hay que elegir una ubicación con luz natural, clara y suave. Una luz fuerte y directa puede provocar sombras, reflejos y también puede alterar el color de la obra.
Iluminación clara, obra en posición vertical, fondo neutro.
Las fotografías se pueden tomar en interiores (cerca de una ventana para obtener luz natural) o en exteriores.
La foto se debe sacar con la mayor calidad de imagen posible de nuestra cámara.
Si el lente de la cámara tiene polvillo, lo podemos limpiar con un trapito para anteojos.
Para asegurarnos de que la imagen es nítida, es importante que la cámara no se mueva cuando sacamos la foto. La mejor manera de hacer esto es usar un trípode. Si no tenemos uno, podemos usar una superficie plana nivelada para apoyar la cámara, como la que vemos a continuación.Cuando colocamos la obra para ser fotografiada, es importante que esté completamente de frente a la lente de la cámara. Si al apoyar la obra en la pared no podemos evitar que esté oblicua, entonces debemos reubicar la cámara en el mismo ángulo de la obra, para que la capte de frente.
Si fotografiamos una instalación o una escultura, hay que usar un fondo simple y despejado. Es bueno que la obra sea el único objeto en la fotografía.
Hay que dejar sólo un pequeño espacio alrededor de los bordes de la obra. Esto va a maximizar la resolución con que la obra es tomada.
Colocamos la cámara en posición horizontal o vertical para que se ajuste a la forma de la obra.
Es importante que el flash esté apagado. Esto es así porque si estamos usando una luz adecuada, el flash la va a sobrecargar.
La luz que utilizamos para sacar la fotografía puede tener muchos tonos distintos a los cuales nuestros ojos se adaptan fácilmente pero con los cuales la cámara puede tener problemas. La manera de lidiar con esto es usando el “balance de blancos” (“white balance”). Lo que debemos lograr es ajustar la cantidad de blanco de la foto para que coincida con la cantidad de blanco que ven nuestros ojos. Si el balance de blancos que trae nuestra cámara por defecto hace que la imagen tienda al anaranjado o al azul (como en los ejemplos de aquí abajo), podemos probar usando un ajuste apropiado al tipo de luz que estamos usando (que, en lo posible, debe ser luz natural).
Si estamos en interiores, lo mejor es apagar las luces, dado que éstas tienen su propio color, que interfiere con la luz natural.
A la hora de sacar la foto, lo mejor es usar el timer de la cámara, para asegurarnos de que la foto no salga movida. El timer crea un espacio de tiempo entre que apretamos el botón de la cámara y el momento en que la imagen es tomada.
Una idea para obtener la mejor calidad de imagen posible es usar un poco de zoom. Las lentes no logran la mayor nitidez cuando el zoom está al máximo o al mínimo. Los mejores resultados se obtienen utilizando un zoom medio.
Otra buena idea es ajustar la apertura de la lente a f8, pero para eso es necesario sacar la foto con trípode.
Después de tomar las primeras fotografías, debemos fijarnos algunas cosas. Si la imagen es demasiado clara u oscura (como en los ejemplos de aquí abajo), podemos usar el ajuste de compensación de exposición de la cámara para corregir el problema.
El color y el brillo de la foto original deben ser lo más parecidos posible a la obra. Luego podremos hacer ajustes con la computadora, pero si hacemos muchas correcciones al archivo, corremos el riesgo de dañar la imagen.
Hay que chequear que la foto haya salido bien enfocada. Si la imagen es borrosa, es probable que el autofocus de la cámara haya cometido un error o que la cámara se haya movido al sacar la foto.
Es muy recomendable realizar varias tomas de la misma foto, incluso si pensamos que la primera toma salió bien. Esto es así porque cuando tengamos la imagen en la pantalla de la computadora, a veces notaremos errores que no habíamos visto en la pantallita de la cámara.
Algo importante: no desarmemos el set de fotografía hasta no haber visto las fotos en la computadora. No vaya a ser que notemos algún error y tengamos que montar el set nuevamente.

Editando en la computadora

En cuanto al software para hacer retoque fotográfico en la computadora, algunas opciones son Gimp en Linux, Picassa si usamos Windows y iPhoto si usamos Mac.
Una vez que estamos en la computadora, copiamos las fotos de la cámara al disco rígido y elegimos la mejor toma de entre las que hemos sacado. Luego, con el software de retoque seleccionamos la herramienta de recortar imagen y la aplicamos para que sólo se vea la obra y no el fondo. Es importante chequear que no queden bordes visibles.
Utilizando el software de la computadora para eliminar los bordes de la imagen
Una vez hecho lo anterior, hacemos zoom a la imagen hasta el 100% y revisamos cuidadosamente la foto, chequeando que no haya nada que no estaba en la obra original. Usamos la herramienta de retoque para eliminar cualquier pequeña irregularidad.
A veces subir un poquito el contraste a la imagen puede hacer que se vea más viva, pero ¡ojo!, hay que ser muy cuidadosos de no excedernos con el contraste, porque es muy común que una imagen muy buena se arruine por editarla demasiado.
Por último, guardamos la imagen en el disco rígido con formato jpeg o png, y nos aseguramos de que, al guardarla, elegimos la opción de guardado que tenga la mayor calidad de imagen.
¡Ahora sí, nuestra pieza de arte está lista para ser subida a Internet como ella se merece!

* Este artículo es una traducción libre hecha por el equipo de Ártica del video “How to photograph your art”, de Tyler Stalman y Jason Eng, publicado en Saatchi Online.